LOS ORÍGENES

En la década de 1960, el barrio de Baró de Viver de Barcelona era un sólo un agrupamiento desordenado de las llamadas casas baratas, habitadas por una población procedente de la inmigración. Un joven capellán, Pere Cornelles, empieza a interesarse por los jóvenes del lugar, procedentes de familias con pocos recursos, mal escolarizados y que a menudo hacen de la delincuencia su forma de vida habitual. Tras una serie de iniciativas dispersas y realizadas en el mismo barrio, Mn. Pere decide crear una estructura estable: En un piso del barrio de La Sagrera, en Barcelona, monta un hogar que suponga una plataforma de apoyo para aquellos jóvenes que quieren acceder, saliendo de la inercia que los lleva, de manera natural, hacia formas de vida marginales.
La idea era crear un recurso fuera del barrio de origen, con la intención de alejar a los jóvenes acogidos del ambiente marginal en el que crecían, siguiendo un modelo de clara inspiración familiar: El responsable (él mismo) como figura paterna, una mujer que hace los trabajos del hogar como figura materna, y un grupo reducido de jóvenes (máximo 8) con el objetivo de construir un proyecto de vida alejado del entorno delictivo, que les permita formarse, conseguir un trabajo estable y finalmente, independizarse.
Se crea así una de las primeras estructuras modernas en el estado español en el tratamiento de jóvenes en riesgo social, con una concepción no institucionalizada y no represiva de actuación. Hay que tener en cuenta que en esa época los modelos de atención eran los macro-orfanatos (tipo Llars Mundet, en Barcelona) y las cárceles para menores o Correccionales, donde los jóvenes y menores eran tratos con similares condiciones de dureza que los mayores de edad.

OBRA DE INTEGRACIÓN SOCIAL – OBINSO

En el año 1968 se da forma jurídica a este proyecto, y se crea la Obra de Integración Social – OBINSO, que "tiene por objeto y finalidad integrar a la vida social y cristiana al gran número de personas llamadas "marginales"… … viviendo de la delincuencia o de la mendicidad"
Son tiempos de grandes necesidades: al año siguiente ya se crea un segundo hogar, en el barrio de Santa Eulàlia de l'Hospitalet, y OBINSO va creciendo y expandiéndose, llegando a tener hogares abiertos en Madrid y en Mallorca durante los años 70.

LOS AÑOS 80
A principios de los años 80, entra con fuerza un nuevo factor en el mundo de la marginalidad: la droga, principalmente la heroína. Los jóvenes ya no tienen solo un problema de integración social, sino que se añade muy a menudo el problema de la adicción. Los equipos de trabajo de los diferentes centros se enteran de que las personas drogodependientes necesitan un tratamiento específico y que los centros tradicionales no disponen de competencias profesionales ni estructurales para hacerlo. Y prosiguiendo con esta constante que es la acción, en Pere Cornelles, empieza a buscar información y a obtener contactos hasta que conoce la iniciativa de las Comunidades Terapéuticas, que empiezan a desarrollarse en Europa con un notable eco.
Este rápido desarrollo de la actividad en el sector de drogodependencias se suma al trabajo con jóvenes, que se mantiene de forma ininterrumpida adaptándose constantemente a nuevas formas y necesidades.
En últimos tiempos, emerge un nuevo factor que requiere atención social: la inmigración extracomunitaria. Nos encontramos actualmente con un gran número de jóvenes inmigrantes en nuestro país, desarraigados y sin apoyo familiar, con mucho riesgo de emprender el camino de la marginalidad y/o delincuencia. También este colectivo será objeto del trabajo de la entidad.
Así, y hasta día de hoy OBINSO trabaja en dos líneas de actuación que perduran hasta la actualidad:
– La atención y formación a jóvenes en situación de vulnerabilidad social
– La atención y tratamiento a personas con problemas de drogodependencias

EN LA ACTUALIDAD

Actualmente OBINSO es una entidad que trabaja con dos programas principales, referidos a jóvenes en situación de exclusión social y tratamiento de personas con problemas de drogodependencias.

Desarrollamos nuestros programas en 8 recursos residenciales y somos una veintena de profesionales ofreciendo soluciones a las diferentes problemáticas que deben hacer frente nuestros usuarios a la vez de poder retomar las riendas de su vida.Seguimos estando para ayudar y para luchar contra las desigualdades, pero ahora trabajamos además con líneas que buscan aportar también soluciones a otras problemáticas sociales como las discriminaciones por razón de género, la defensa del medio ambiente o la formación para la integración social y laboral.

Crecemos, pero las desigualdades sociales también lo hacen, por eso también trabajamos en jala con muchas entidades sin cuya ayuda no podríamos hacer ni la mitad de trabajo que realizamos.

Y por descontado, también podemos seguir trabajando gracias al compromiso y la profesionalidad de todos los miembros de nuestros equipos que no solo hacen posible una gran labor sino que nos ayudan a encontrar el camino para mejorar día a día.

Y DEMASIADO SEGURO QUE SEGUIREMOS TRABAJANDO PARA QUE TODO EL MUNDO PUEDA TENER UNA OPORTUNIDAD DE DEJAR ATRÁS LA EXLUSIÓN Y LE AYUDAREMOS A PODER HACER UN FUTURO PRODUTIVO Y ESTABLE JUNTOS…